Esta es una tarta para los que se empachan rápidamente con
los dulces, ya que su dulzor no va más allá que el de una fruta madura. Está
buenísima.
Y si la acompañáis con unos pedacitos de vuestro queso
preferido, ya ni os cuento…. A mi me gustan todos, los suaves y los que, al desenvolverlos,
se aconseja ponerse una pinza en la nariz… Esta vez la tarta la acompañé de
Cabrales.
INGREDIENTES
- 2 Placas de hojaldre
- 3 Manzanas
- 3 Peras
- 3 Rodajas de piña en su jugo
- Un puñado de nueces o almendras
- 1 Ramita de canela
- 1 huevo
- Queso según gusto
PREPARACIÓN
Cortamos la fruta en trozos y la ponemos en un cazo, junto
con la ramita de canela, a fuego lento ( sin añadir agua). Mover de vez en
cuando. Cuando veamos que se quiere pegar al fondo la fruta, apagaremos y la
dejamos enfriar. Después añadir los frutos secos que trituraremos un poco.
Extender el hojaldre para cubrir la base del molde y que suba
por los bordes para que retenga el relleno, ( si fuera necesario, coger un poco de masa de la
otra placa). Verter la compota sobre la base de hojaldre; con la otra base de hojaldre, cortada en tiras, cubriremos la
tarta. Batir el huevo y extender por encima del hojaldre, así quedará con un color más bonito una vez horneada.
Poner en el horno a 180 grados durante media hora. ( Encender solo la
parte de abajo del horno).
Poner en el plato al lado de la ración de tarta, un trozo de queso y tomarlos juntos. ¡Buenísimo!.